miércoles, 21 de octubre de 2009

PEDRO ESPINEL TORRES

Pedro Espinel Torres nació el 1 de agosto de 1908 en la Calle de Los Naranjos, Barrios Altos, Lima. La Calle de Los Naranjos comprende a las actuales cuadras 12, 13 y 14 del Jr. Antonio Miró Quesada. Espinel llegó a ser conocido como "El rey de las polcas". Autor de valses y polcas entre las cuales destacan los valses "Alejandro Villanueva", "Celos míos", "Dos reliquias", "El expósito", "El proscrito", "Fin de bohemio", "Idilios pasados", "La voz del corazón", "Páginas rotas", "Pobre ciego", "Remembranzas" y "Rosa Elvira". De este último vals fue el autor de la letra ya que la música le pertenece a Carlos Saco. De las polcas que compuso destacan "Anhelos", "Bom Bom Coronado", "Campesina", "Gracia y donaire", "Ingratitud", "La primavera", "Me atormenta la inquietud", "Morochita", "Ojazos negros", "Promesas falsas", "Seducción", "Sonrisas" y "Soñador".

Desde pequeño, Espinel escuchó los valses, marineras y polcas en su casa ya que su padre, Eduardo Espinel Sánchez, fue un gran intérprete y guitarrista que solía hacer dúo con otro barrioaltino que fue también figura de nuestro criollismo, Guillermo Suárez Mandujano, quien vivía en la calle Mercedarias. Cabe señalar sobre Guillermo Suárez, compositor y guitarrista, que aparte de las composiciones que le pertenecen, se dice que él es el verdadero autor del muy sonado vals "La Cabaña", que es atribuído a Alejandro Sáez.

Aunque parezca mentira, nuestro gran compositor y autor de letras tan bellas, no tuvo instrucción escolar, pero logró autoeducarse y salir adelante a base de mucho esfuerzo y trabajo. Como muchos de los compositores de antes, Espinel no tenía formación musical por lo que tocaba de oído solamente, teniendo que aprender de memoria, rasgando la guitarra o silbando, lo que componía.

Siendo joven, Espinel se conoce con Felipe Pinglo el 15 de diciembre de 1926. El encuentro ocurrió en la casa de la familia Meneses, en La Victoria, naciendo a partir de esa fecha una gran amistad entre ambos. Pinglo llegó a ser padrino de las hijas de Espinel: Olga en 1932 y Victoria en 1933.

Pedro Espinel nace como compositor de música criolla, recién, días después de la muerte de Felipe Pinglo y el mismo Espinel lo contó en la entrevista que le hizo "La Prensa" el 21 de junio de 1938, siendo, quizás, la primera entrevista que le hizo un medio de prensa escrita, a dos años de la muerte de Pinglo, ya que por ese tiempo los medios de prensa tenían postergada a la música criolla. El artículo lleva como título "La Música Criolla Nacional se halla en una situación de auge alentador", página 5 de la edición antes mencionada. Espinel dice: "-Mi predilección siempre ha sido, puedo decir, desde niño por la música ligera; pero a raíz de la muerte de Felipe Pinglo, acaecida el 13 de mayo de 1936 -compuse la primera música de sabor criollo: un vals en homenaje a esa gran figura del criollismo musical titulado, 'Murió el maestro'. Desde aquel entonces comencé a publicar algunas composiciones dadas a conocer únicamente en los cancioneros, ya que no me preocupaba mayormente por ser cosa a la que no le veía la 'punta'. Pues, más atendía a las labores propias de mi profesión: la encuadernación..."

Algo que muchos desconocen es que cuando Felipe Pinglo fallece, el 13 de mayo de 1936, como señal de duelo, la bohemia de todo Lima se puso de acuerdo para que las guitarras se callen por varios días. Es por ello que, pasado los días de silencio musical, el 21 de mayo de 1936, Pedro Espinel, gestor y primer presidente del Centro Musical Felipe Pinglo que fue fundado el 17 de mayo de 1936, estrenó el vals "Murió el Maestro" en homenaje a Felipe Pinglo que había fallecido unos días antes.

Un año después, el 13 de mayo de 1937, con ocasión de celebrarse el primer aniversario de la muerte de Pinglo, Pedro Espinel estrenó el vals "Fin de bohemio". Con respecto a este vals hay cierta controversia ya que se dice que fue dedicado al Maestro Pinglo. En la entrevista que le hizo "La Prensa" a Pedro Espinel el 21 de junio de 1938, él menciona: "(…) compuse el vals ‘Fin de bohemio’, que no es sino una historia patética de lo que fue la lucha con la muerte de Felipe Pinglo, lucha en la que sucumbió, dejando una inolvidable huella de su vida intensamente vivida." Sin embargo, Gonzalo Toledo, gran amigo de Pedro Espinel, afirma que "Fin de bohemio" fue obra dedicada al bohemio perdido, abandonado, que jamás cuidaba de su salud y el propio Espinel, muchas veces, desmintió la versión que decía de que fue dedicado al Maestro Pinglo.

El vals "Celos míos" de Espinel fue incluído en la película nacional "Gallo de mi galpón", que se estrenó en varias salas cinematográficas de Lima el 16 de junio de 1938, siendo la música y canciones de la película aquella de Felipe Pinglo y Pedro Espinel. Pienso que fue debido a esta participación de Espinel en dicha película que La Prensa lo entrevistó cinco días después del estreno aquel, en la cual Espinel mostró su agradecimiento por habersele considerado en la película aquella.

En la edición de La Prensa del sábado 25 de junio de 1938, página 5, donde se detallaba como fue la fiesta en la Pampa de Amancaes el día anterior, se menciona que Pedro Espinel y Félix Dongo, que integraban el dúo "Los criollos del barrio", ejecutaron en canto y guitarra el vals "Dos reliquias", original de Espinel y dedicado a los ya desaparecidos autores nacionales Carlos Saco y Felipe Pinglo, y la conocida polca "Bom Bom Coronado". Espinel compuso la polca "Bom Bom Coronado" en homenaje a ese gran boxeador peruano, José "Bom Bom" Coronado, cuando se coronó campeón sudamericano en 1938.

Desempeñó varios oficios trabajando, cuando muere Pinglo, como encuadernador en la imprenta "Romero", por la bajada de Santa Clara, en los Barrios Altos. Como Espinel empieza a componer después de la muerte de Pinglo y al ver que sus canciones tenían acogida, abandona su trabajo para dedicarse a la música. Pero los únicos que empezaron a disfrutar de los beneficios de la obra de Espinel fueron los explotadores que nunca han faltado. Es por ello que a mediados de 1939 se decía que Espinel estaba pasando miserias viviendo en un rincón del cerro San Cristóbal, en el Rímac (Revista Alta Voz del 21 de julio de 1939). Dicho comentario hace suponer que Espinel, debido a problemas económicos, se vio forzado a irse a vivir a alguna casucha del cerro San Cristóbal, que pienso eran invaciones.

A Espinel no le quedó más remedio que regresar a trabajar en los oficios que había desempeñado antes de que se metiese a componer. Por el año de 1944, él tenía, con su esposa, su hogar en Cantagallo, Rímac.

Cuando fallece el gran jugador del Alianza Lima, Alejandro Villanueva, conocido como "Manguera" y que ya se había retirado de la práctica del fútbol un año antes, Pedro Espinel se hizo presente en el velorio para despedir al Maestro del esférico. Siendo las primeras horas del 12 de abril de 1944, al salir del velatorio, cuando le viene la inspiración a Espinel y decide rendir su homenaje al gran jugador componiéndole un vals, al cual le puso de nombre "Alejandro Villanueva".

Años después se muda al Jr. Cajamarca, en el Rímac, viviendo al lado del legendario restaurante criollo "El Parral". En 1963 llegó a ser concejal del Rímac. También ejerció la presidencia de la APDAYC. Víctima de una penosa enfermedad, Espinel falleció el 8 de noviembre de 1981.

Espinel es autor de la letra del vals "Rosa Elvira", según lo afirmaron Niko Cisneros, Aurelio Collantes, Gonzalo Toledo y Manuel Zanutelli, quienes señalan que Pedro Espinel es el autor de la letra de dicho vals y que la música le pertenece a Carlos Saco. Sin embargo, he podido notar que hay cancioneros que se equivocan ya que invierten las cosas dándole la letra a Carlos Saco y la música a Pedro Espinel. Ello se debe, quizás, a que saben que Carlos Saco falleció en 1935 y como es sabido que Saco compuso la música de muchas letras de otros, pues suponen que no podía componer una música estando ya muerto, pero si podía dejar letras. Lo que realmente pasó con "Rosa Elvira" es que Pedro Espinel utilizó una música de Carlos Saco para su letra, ya que quiso honrar, una vez más, al extraordinario compositor que falleció un año antes que Pinglo. Aparte que hay que tener en cuenta que Espinel empezó a componer canciones criollas después de la muerte de Pinglo, en mayo de 1936.

La polca criolla o peruana, ritmo tan alegre, movido, pegajoso y de gran sabor criollo, tuvo en Pedro Espinel a su más grande representante, por ello se le sigue llamando "El rey de las polcas". Lamentablemente, después de 25 años de la muerte de Espinel, en forma increíble, dicho género ya no se cultiva mucho siendo contados los que se atreven a componer una polca, a pesar de ser muy jaranera.

El historiador Eligio Roceros Espinoza me comentó hace varias semanas sobre la importancia de que se reconozca la obra de uno de nuestros más grandes compositores de música criolla, como lo es Pedro Espinel, especialmente, sabiendo que en el 2008 se celebrará el centenario de su nacimiento. Espero que alguna entidad cultural abogue por tal reconocimiento, permitiendo, de paso, que se le de una mayor difusión e impulso a la polca para que resurga. Es lo menos que podemos hacer en honor a tan grande compositor, como lo fue Pedro Espinel, y en esta labor los medios de comunicación tienen la palabra.
Dario Mejia
Melbourne, Australia

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